sábado, 30 de octubre de 2010

Defensa apasionada del doblaje

Bueno, estreno este blog con este artículo, respuesta a las declaraciones del Ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Podéis leer más información a este respecto en este enlace http://www.cineytele.com/noticia.php?nid=31554.

Bien, he oído a lo largo de mi vida críticas y críticas al mundo del doblaje, mundo que me fascina y del que intento formar parte algún día. Ahora dicen que el gremio es culpable de que los españoles no sepan hablar inglés como en otros países. En el link anteriormente enunciado aparece explicada la reacción de los actores de doblaje (nunca los llamaré dobladores). En muchos de los países en los que no se dobla, o tan sólo se doblan películas y series dirigidas a niños que no saben leer porque aún son muy pequeños, como en Portugal o Grecia, su población media no puede presumir de hablar un inglés muy fluido. Sin embargo, en otros países donde sí dobla se les dan mejor los idiomas que a nosotros.

¿Realmente alguien cree que el doblaje es culpable de que la mayoría de los españoles no sepa inglés? ¿De quién es culpa entonces que tampoco sepan hablar ni escribir en castellano con un mínimo de decencia? ¿Acaso de las patadas que día tras día muchos periodistas dan al diccionario? ¿De quién es culpa de que tan pocos sean capaces de enfrentarse a carreras como matemáticas o química? ¿De quién es culpa que una dependiente (sí, dependiente es neutro, no necesita una forma femenina porque el original no es masculino) española no sepa dónde está Salamanca o no le suenen ni de lejos ciudades como Praga o Lisboa (esto lo he vivido en vivo y en directo, puedo asegurarlo)? ¿No será la causante de todo esto la educación desfasada, insuficiente y desganada de la cual ahora el mismo Gabilondo es ministro? Señor Gabilondo, con todo el respeto del mundo, de verdad se lo digo, mire cómo funcionan las cosas en su propia casa y cómo han estado funcionando en los últimos treinta años, porque yo no aprendí inglés hasta que me apunté a Opening, me puse a traducir canciones por mi cuenta y me puse a conversar con angloparlantes. Arregle las cosas de las que es responsable y no culpe de sus problemas a otros.

Quiero aprovechar para dar respuesta a otras críticas que he escuchado acerca del doblaje.

“Es mejor ver el original porque el doblaje es una perpetración del trabajo del actor.” Claro que es un cambio, es un engaño, como todo en el cine. Hace años sí entendía este debate, pero siendo francos, ahora no le veo sentido. Todos los dvd’s y la mayoría de series emitidas por TDT tienen la opción de elegir idioma. Existe la tecnología y las obras audiovisuales se crean pensando en un espectador, el cual puede elegir, dejemos que elija; si algún día dice “no quiero doblaje”, la industria inevitablemente caerá.

“Es un invento de Franco”. FALSO. Si miráis en cualquier libro de la historia del cine o en wikipedia mismamente, que lo tendréis muy a mano, veréis que el doblaje llegó a España durante la Segunda República y fue un invento de la Paramount para promocionar sus películas sonoras en países de habla no inglesa y, por causa del analfabetismo generalizado de entonces, los espectadores no podía leer subtítulos. Seamos serios, Franco no era tan listo como para inventar el doblaje; pero sí para usarlo para sus propios fines: manipulación, y censura política, religiosa y moral. Pero igualmente podríamos decir lo mismo de la educación, de la radio, de la prensa, de la televisión y del propio cine español, todos fueron víctimas de la Dictadura. Lo que sí es verdad es que el Gobierno Franquista impuso el doblaje en 1940, sin duda alguna, una atrocidad que atenta contra la capacidad de elección del espectador y de los ciudadanos de la que ya hablé antes. Pues esto mismo es lo que está haciendo el Gobierno Catalán a día de hoy obligando a doblar el 50% de las películas al catalán. Vamos a ver, el cine es un arte, eso es indudable, pero también es un negocio, y es la propia industria quien, según la demanda, presenta una oferta. Si el público catalonoparlante demanda cine en catalán, las propias empresas (no sólo de Hollywood, sino de Europa, Asia…), doblarán sus películas en catalán. Lo mismo que dije antes, si algún día los espectadores españoles y latinoamericanos dicen “no más doblaje”, no habrá más doblaje.

“Es el culpable de que el cine español esté en crisis”. Bien. Primero hay que tener en cuenta que no sólo se doblan películas norteamericanas (las de mayor éxito en taquilla por norma general), también nos llegan dobladas películas francesas, inglesas, italianas, noruegas, alemanas, hindúes, chinas, japonesas, coreanas, brasileñas, etc., por lo que por pura lógica, éstas también tendrían que estar por encima de las nuestras. En Portugal, como la mayoría de la gente sabe, no se dobla, sin embargo su cine nacional y el comunitario tienen aún menos éxito que en España; por no hablar del Reino Unido, donde casi nadie ve cine inglés ni europeo. Por lo tanto, la inexistencia de doblaje no garantiza el éxito del cine español. Mucha gente dice que es que el cine español es malo, yo no lo creo. Creo que hay buenas ideas pero que se quedan en nada, ¿por qué? Pues bien, señores del cine, aquí les doy la solución a su crisis, ustedes bien la saben pero no quieren que se sepa. La culpa de su fracaso son las malditas subvenciones o, al menos, como se dispensan. Si queréis saber más a este respecto entrad en http://elperiodico.com/es/noticias/cultura-y-espectaculos/20101027/ignasi-guardans-movil-ministra-solo-tiene-gente-del-cine/559643.shtml , aquí podéis leer una entrevista a Ignasi Guardans, exdirector general del cine, Guardans dice muchas verdades que merecen ser leídas.

El caso es que parte del dinero de los españoles va a películas cuyos autores tienen suficiente reconocimiento como para no necesitar ese dinero para producir su película, que José Luís Garci pueda tener acceso a ayudas estatales es vergonzoso. Los artistas crecen, alcanzan la mayoría de edad y por ello deben valerse por sí mismos. En el cine norteamericano no hay ayudas que valgan, hay riesgo, dinero en juego y especialmente, hay PROMOCIÓN. Sí, y lo escribo con mayúsculas, PROMOCIÓN. ¿De qué sirve producir películas que no las ve nadie porque nadie oye hablar de ellas? Porque una película que nadie ve es una película muerta. Cuando una persona va al cine y ve la cartelera, y se encuentra con títulos de los que lleva oyendo hablar varias semanas, pongamos como ejemplo Spiderman, El Señor de los Anillos, la saga de James Bond… y al lado un par de películas que no le suenan de nada y de las que no podría deducir ni la nacionalidad, ¿qué título elegirá? Muy pocos optarán por lo desconocido porque la mayoría dirá que “más vale lo malo conocido…”. Inevitablemente, la mayoría de esas películas que casi nadie ve desaparecen al poco de la cartelera y después nunca más se sabrá de ellas.

Si un director opta a una ayuda para su película y la hace y ya está, pues muy bien, ahí se queda su película; sin embargo, cuando un productor ejecutivo o una empresa productora ponen en juego su dinero, se hará la película y se anunciará para que la gente la vea y hacer negocio para seguir rodando películas. Pongamos como ejemplo a Santiago Segura y su Torrente: no es una película de gran presupuesto pero sí de gran éxito. ¿Por qué? Pues bien, después de ver durante meses a Segura yendo por todas las televisiones de España y varios eventos hablando de su película y llevando una camiseta de Torrente, ¿no sentirán muchos espectadores la curiosidad de verla? A mí personalmente este film no me gusta, pero valoro el esfuerzo hecho por el director de que la gente viera su película, su esfuerzo en promocionarla. También está la reciente La Herencia Valdemar, de José Luís Alemán, que no recibió ni una sola ayuda, una película con varios fallos propios de una ópera prima; pero con ideas originales raras en el cine español, literatura “lovecriana” en España. Y ahí está la segunda parte de la película recién presentada en el Festival de Sitges, tal vez no sea un gran éxito de taquilla, pero mucha gente la verá tras haber visto la primera, en mi opinión Alemán promete, ¿le brindará el Estado alguna ayuda? Pongamos otros ejemplos de películas producidas en parte por distintas cadenas de televisión, al estar éstas obligadas a participar en su producción se ven obligadas a promocionarlas para que la inversión les salga rentable, ahí están Telecinco con El laberinto del fauno y Alatriste o Antena3 con Los Borgia. Y esas películas tienen bastante éxito, ¿no?

Por lo tanto no culpen del éxito o del fracaso del cine español al doblaje, cuando se hace buen cine y se habla de él y llama la atención del público tiene opciones de triunfar; las subvenciones facilitan la producción de películas, pero no su distribución y ni su venta. No digo que deban eliminarse, pero sí administrarse de otro modo. En vez de ayudar a artistas experimentados, ayudemos a los nóveles; no deberían recibirse ayudas de distintos organismos al mismo tiempo; no deberían darse sin más, sino a condición de dirigir un buen porcentaje a la promoción de la película, para que sea rentable y producir suficientes beneficios como para poder rodar otra. El Estado debería actuar como una productora pública, ayudar a directores jóvenes a rodar sus primeros cortometrajes y largometrajes y promocionar las películas para que sean rentables y no tirar año tras año el dinero público en películas que se quedan en nada.

“A veces el doblaje cambia el sentido”. Sí, en los malos doblajes, que también los hay, como una mala traducción de un libro. ¿Acaso leemos todos los libros en el idioma que se escribió? ¿Podríamos leer Hamlet (W. Shakespeare), El libro de la Guerra (Sun Tzu), La Metamorfosis (F. Kafka) o Las flores del mal (C. Baudelaire) en sus idiomas originales? Y no sólo eso, ¿podríamos leerlo tal y como fueron escritas en el momento en el que se escribieron? Beobulf, La Guerra de las Galias o El Cantar del mio Cid han de traducirse y adaptarse a los modos de expresiones actuales para ser compresibles. Existen muchas traducciones en castellano de Macbeth, por ejemplo; sin embargo no hay dos iguales, y hay determinados significados que cada traductor (o intérprete) sabe captar y expresar en otro idioma de mejor o peor manera. Por no hablar de la poesía, perdemos parte del sentido, de la sensibilidad, de la sonoridad y de la rima al traducirlos; sin embargo, no nos queda más remedio si queremos acercarnos a cualquier obra literaria escrita en cualquier idioma. Lo mismo nos pasaría con los videojuegos, muchos podrían considerarse obras de arte: su historia, sus diseños y la interpretación de los muchos actores que ponen voz a los distintos personajes que aparecen, ¿acaso los jugadores no prefieren que estén doblados a tener que leer subtítulos que pueden incomodar el trascurso del juego? Aunque como he dicho antes, pudiendo elegir, ¿por qué limitarnos a una cosa? También al ver una obra pictórica o una escultura, podemos recurrir a una explicación o interpretación que un experto haga de ella, pero puede que otro haga una bien distinta, y las aceptamos para comprenderla.

En fin, a lo que vamos. Si aceptamos traducciones e interpretaciones de cualquier obra a la que nos enfrentemos, ¿por qué no de una cinematográfica? Además, no nos engañemos, los subtítulos no son más que otra interpretación, muchas veces son meros resúmenes de lo que se está diciendo para que dé tiempo a leerlos; otras veces, debido a errores técnicos, aparecen descolocados, esto pasa especialmente en películas de idiomas que por lo general nos son más desconocidos a los españoles, como el japonés o el hindú. Muchos dicen que si sabes inglés más o menos te das cuenta de si están mal, ¿y si vemos una alemana o iraní? Eso no significa que no me guste ver cine original, también lo veo cuando me apetece, porque puedo elegir.

Finalmente diré que el doblaje es un arte (porque de verdad, los actores de doblaje son eso, actores, artistas) que forma parte de la industria audiovisual española, da trabajo a muchas personas (actores, directores, traductores, ajustadores, técnicos, productores…), ¿queremos mandar al paro a todos? Porque hay que tener en cuenta que estamos hablando de bastante capital extranjero que hace posible el funcionamiento de muchas empresas nacionales. Creo que tal y como están las cosas hoy en día en España no podemos dejar que este sector se venga también abajo, tiene sus crisis y sus malos momentos, como todos, pero sale adelante.

Bueno, concluyo así mi defensa al doblaje, pero si me veo en la necesidad de defenderlo es porque considero que es atacado injustamente. A día de hoy existe la tecnología que permite al espectador elegir entre el original y el doblaje, ¿por qué limitarnos a uno solo? Cuando los espectadores dejen de querer ver cine doblado el doblaje morirá. Puede que ese día llegue tarde o temprano, no lo sé, mientras tanto, que nos dejen trabajar tranquilos.

M

8 comentarios:

  1. Este inútil de Gabilondo, debería pedir disculpas inmediatamente. Es lo peor que ha pasado como ministro, y mira q los hay malos en el equipo de ZP. Todos estos inútiles del gobierno, que además no saben ni hablar inglés, deberían callarse la boca cuando intentan dar alguna lección, porque lo único que hacen es reforzar su torpeza. Es muy complicado contener la rabia cuando un indivisuo como ese, esputa semejantes barbaridades por esa boca, y se queda tan tranquilo.

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  2. Enhorabuena por el artículo. Esto es lo que hace falta, que los defensores del doblaje (o al menos de la libertad de elcción) alcemos también la voz para defendernos de tanta crítica gratuita que sufrimos de un tiempo a esta parte.
    Si una mentira repetida mil veces puede convertirse en verdad, desmintámosla mil veces.

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  3. Me sumo a las felicitaciones y a la causa. Por la libertad de elección y los políticos competentes.Que ya está bien de echar balones fuera y que paguen el pato otros cuando no sabemos gestionar la propia responsabilidad. Cagüenlaleche.

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  4. Como ya he expresado en repetidas ocasiones, creo que el doblaje es necesario y no debería estar expuesto a discusión. Me considero parte de este pequeño mundo y me ofende que se dude de él, y más si la crítica viene de una persona a la que, con anterioridad a sus comentarios, consideraba inteligente como es el sr, Gabilondo. Prohibirlo sería la medida más fascista de la historia democrática que escribimos día a día.

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  5. El doblaje adultera la obra siempre. No hay defensa contra eso salvo la de no querer quedarse sin trabajo.

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  6. killthecool ¿Acaso los subtítulos no?. El cine es en principio, un arte visual, y no seamos hipócritas, con los subtítulos pierdes en gran parte la imagen, y eso, quieras tú que no también es adulterar una obra cinematográfica. Eso sí, estoy a favor de los doblajes de calidad, porque lo que sí es verdad es que los hay que dan pena... pero para eso está la libertad de elección y el poder verlo como mejor te convenga o apetezca en cada momento.

    Saludos.

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  7. Killthecool, acaso todos los libros que lees los lees en su idioma original? No seamos hipócritas... Los subtítulos no sólo distraen de la imagen, también pueden estar mal traducidos o incompletos. Yo no estoy dispuesta a aprender francés, japonés, chino, etc. para disfrutar de las películas y los libros que quiero ver. Me gusta la V.O., pero hay veces que es mejor el doblaje que los subtítulos.
    Por supuesto, además de defender el doblaje defiendo la libertad de cada uno de escuchar y leer en el idioma en el que mejor sienta las cosas.

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  8. Un artículo riquísimo y bien detallado. Qué poco se sabe del trabajo que hay detrás de algo que vivimos día a día.

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